La clave está en aprender a reconocer las señales que te envía tu cuerpo y respetarlas.
Cuando tus síntomas son ligeros y te sientes bien ejercitando, continúa. Pero si te sientes mal a medida que practicas la actividad física, baja el ritmo o simplemente detente y descansa.
Más vale parar uno/dos días que continuar a la fuerza y estar parado diez.
Si haces ejercicio cuando tus síntomas son leves y tolerables (dolor de garganta leve, estornudos y nariz congestionada) y los síntomas son ligeros y no hay fiebre, no hay problema. En cambio, no es conveniente que hagas ejercicio cuando tus síntomas son más fuertes e incluyen: congestión de pecho, tos, malestar estomacal, dolor de músculos, fatiga y fiebre. Especialmente, nadie con fiebre debe de ejercitarse. Si lo haces, corres el riesgo de deshidratarte y aumenta el riesgo de lesiones musculares
En estos casos, la recomendación es que, a medida que te vayas sintiendo mejor, comiences poco a poco a practicar alguna actividad suave al aire libre, como caminar o andar en bicicleta. De ese modo no le estarás exigiendo más a tu cuerpo de lo que deberías, ni poniendo en riesgo a tus compañeros. Y si el clima no te permite hacer ejercicio al aire libre, puedes hacerlo en casa, aun sin equipos especiales: puedes subir y bajar escaleras, trotar en el sitio o hacer abdominales y flexiones.
Otra situación importante en la cual debes aprender a escuchar e interpretar las señales que te envía tu cuerpo es frente al dolor, sobre todo cuando recién comienzas una nueva actividad física o cuando cambias tu rutina.
Dolor en las articulaciones: Rara vez tiene que ver con los músculos. Es importante que consultes a un médico si te duelen las rodillas, los tobillos, las muñecas o los codos. Y si sientes entumecimiento u hormigueo en alguna parte, tampoco lo dejes pasar, ya que ese tipo de sensaciones suelen estar relacionadas con una compresión de los nervios, lo cual indica que podrías tener una lesión.
Préstale atención a tu cuerpo. Si aprendes a distinguir las señales que te envía podrás detenerte cuando sea necesario y atender cualquier lesión rápidamente para poder regresar lo antes posible a tu rutina de ejercicios y mantener el estilo de vida sano que has elegido.
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